En el mundo del marketing para iGaming, elegir el modelo de pago adecuado puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de una campaña. Entre las opciones más utilizadas se encuentran: CPA (Coste por Adquisición) y CPM (Coste por Mil impresiones). ¿Pero cuál ofrece mejores resultados para los especialistas en marketing? Depende del momento y de los objetivos de la campaña.
¿Qué es CPA?
El modelo CPA implica pagar únicamente cuando se completa una acción específica, como un registro, una instalación o un depósito. Así, se paga únicamente por resultados concretos, lo que permite medir mejor el rendimiento.
Ventajas:
- Eficiencia de costes: se paga solo por resultados reales.
- Enfoque en conversiones: ideal para campañas que buscan acciones específicas.
- Transparencia: fácil de medir el rendimiento.
Desventajas: - Coste inicial más elevado: las tarifas pueden ser mayores debido al enfoque en resultados.
- Escalabilidad más limitada: convertir usuarios requiere más tiempo, pruebas y optimización.
¿Qué es CPM?
En el modelo CPM, el anunciante paga por cada mil visualizaciones del anuncio. El objetivo es la visibilidad y el alcance, más que la acción inmediata.
Ventajas:
- Alcance amplio: excelente para visibilidad de marca y reconocimiento.
- Inversión inicial más baja: permite experimentar con canales.
- Escalabilidad rápida: se puede alcanzar un volumen importante de impresiones.
Desventajas: - Menor enfoque en conversiones: las visualizaciones no garantizan acciones.
- Medición del ROI más difícil: no siempre se traduce en resultados tangibles.
¿Cuál elegir en campañas de iGaming?
La elección entre CPA y CPM depende del objetivo de marketing que tengas. Muchos expertos recomiendan empezar con CPM para generar volumen de tráfico, validar los canales y entender el comportamiento del público. Una vez identificados los canales que funcionan, migrar al modelo CPA se vuelve más seguro y rentable. Si comienzas directamente con CPA sin tener datos suficientes, puedes acabar pagando por conversiones que aún no ocurren o por tráfico de baja calidad.
En resumen:
- Si el objetivo es obtener conversiones específicas (registros, depósitos), el CPA suele rendir mejor.
- Si el objetivo es visibilidad de marca y alcance rápido, el CPM puede ser más efectivo.
- Muchas veces, la mejor estrategia es combinar ambos, usando CPM para abrir camino y CPA para capitalizar el tráfico obtenido.
Conclusión
En el marketing digital para iGaming no existe una estrategia universal. Lo esencial es alinear el modelo de pago con tus objetivos, monitorear el desempeño constantemente y optimizar basándote en datos reales. Con una estrategia informada, puedes aprovechar al máximo las oportunidades y mejorar el rendimiento de tu campaña.


